Acuarela Online
Cuando se estableció el confinamiento domiciliario a causa de la pandemia, mi primera preocupación -además de mi salud y la de mi familia- fue la de mi grupo de alumnos/artistas y el efecto que tendría una interrupción …más o menos larga de su actividad.
Es un hecho probado que los conocimientos que va adquiriendo una persona, se van almacenando de alguna manera en su cerebro y si no median patologías, están a disposición del individuo…Eso es cierto, pero cuando se trata de conocimientos prácticos …la cosa es un poquito diferente; es mayor aun la diferencia cuando se trata de conocimientos teórico-prácticos.
Según mi experiencia, la actividad artística especialmente, requiere una práctica constante. La Acuarela exige un cierto conocimiento técnico y mucha, mucha práctica.
Las personas que asisten a estos talleres tienen diferentes niveles de conocimiento tanto a nivel teórico como práctico y es necesaria, en cualquier caso, una constante dedicación. En consecuencia, se hizo prioritario encontrar un procedimiento viable para seguir impartiendo los talleres…a distancia, ¿pero presenciales?
La tecnología acudió en nuestra ayuda. Hay en Internet numerosos portales -fáciles de usar- que permiten reuniones interactivas. Justo de eso se trataba.
Los mayores en general -salvo excepciones- tenemos una cierta resistencia al uso de nuevas tecnologías, pero desde mi modesta experiencia eso también tiene sus excepciones. La persona que es activa en las redes no es nadie especial…. Joven, maduro o mayor es alguien que PRACTICA.
Así pues y con mucho ánimo instalé una aplicación de “reuniones on line” y me dispuse en primer lugar a comunicar mi decisión de continuar las clases “vía Internet”.
Nada más comenzar fui consciente de que las dificultades eran solo las relativas al conocimiento de la aplicación. El entusiasmo por continuar la actividad del taller -por el medio que fuera- hizo que en una o dos semanas la mayoría estuvieran operativos. Lamentablemente quienes no disponen de medios informáticos y únicamente tienen un móvil, tienen muy difícil no ya la asistencia, sino el seguimiento de la actividad por más que este monitor esté dispuesto a hacer lo que sea necesario por incorporarlos.
También son ausencias, aquellos que con la pandemia han sufrido pérdidas de familiares o amigos y su abatimiento no les permite por el momento abordar actividad alguna. Transcurrido algún tiempo, es seguro que la Acuarela acudirá al rescate y continuarán -así lo espero- con esta maravillosa actividad que a buen seguro ayudará en la recuperación.
Resumiendo, un día por semana la monitora propone un proyecto que envía por correo electrónico y convoca una reunión ZOOM donde los participantes muestran sus trabajos y comentan acerca de ellos, las dificultades, los nuevos descubrimientos o lo que estiman conveniente. Por turnos exponen los detalles de su trabajo y manifiestan su opinión sobre las obras de los demás. Al término de la reunión envían por correo electrónico los mencionados trabajos que esta monitora analiza y devuelve con sus comentarios.