Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia
Blanca Jiménez, Psicóloga y Responsable del área social FAyG.
Hay gente que se plantea si realmente son necesarios los días internacionales o si existe una desigualdad real en estos ámbitos. La respuesta es sí, y los datos son los que mandan: según la ONU las mujeres reciben becas de investigación menores que las de sus compañeros masculinos y suelen tener carreras más cortas y peor pagadas, existe una infrarrepresentación de las mujeres en estos campos y sus logros pasan más desapercibidos.
Y estos datos nos perjudican a todos y a todas, porque si las mujeres no participan o no son reconocidas, se pierde la mitad del talento y con ello, el avance en ciencias y tecnologías es menor. No solo se trata de reconocer en su medida los logros de las mujeres - cuando digo en su medida me refiero a igual que se reconoce el trabajo de los hombres, lo que no debería ser tan difícil, ¿no? – se trata de incentivar a las niñas en participar de las ciencias, en hacerlas saber que pueden y eso, se hace reconociendo sus capacidades y dotándolas de referentes, poner en valor a las que fueron antes que ellas, a las que consiguieron grandes avances y la historia se ha encargado de invisibilizar.
En su libro ilustrado Mujeres de Ciencia: 50 pioneras intrépidas que cambiaron el mundo, Rachel Ignotofsky hace un homenaje a muchas esas mujeres, con nombres y apellidos, que destacaron en diversos ámbitos como la tecnología, la ingeniería, la biología, las matemáticas, etc. enfrentándose a los retos que les imponía y les impone una sociedad que no reconoce en igual medida a la mitad de su población.
Este libro supone un ejemplo de que sí se puede, de que las niñas de hoy pueden cumplir sus sueños y dedicarse a mejorar el mundo a través de la ciencia y de que ese talento tiene que ser aprovechado como motor de cambio para crear un mundo mejor y más justo para todas y todos. Han sido muchas las que han logrado grandes avances, y serán muchas más las que seguirán el camino de estas pioneras y si lo hacemos bien, sin necesidad de encontrar tantas trabas en el camino.
Por todas las que han sido, las que son y las que serán es necesario reconocer el papel de las mujeres en todas las ciencias y poner en valor esas mujeres referentes para muchas niñas que hoy se plantean que quieren hacer en el futuro, mostrándolas que tienen todos los caminos abiertos de posibilidades.