Día Mundial de la Salud Mental

Blanca Jiménez, Psicóloga y Responsable de la área social FAyG

Mi abuela era de esas personas que siempre decía “en todo lo malo hay algo bueno” y siguiendo esa bonita filosofía, una de las pocas cosas buenas de todo lo malo que ha pasado estos últimos años, a raíz de la llegada a nuestras vidas de esa pandemia global que ha puesto el mundo patas arriba, el COVID-19, es que se ha empezado a dar mas importancia a la salud mental y que se ha empezado a visibilizar trastornos a los que antes se les prestaba poca atención pero que ocasionaban gran sufrimiento. Cada vez somos mas conscientes de que hay mucha gente que tiene la sensación de que la vida les puede, que no pueden afrontar su día a día, que no son capaces de disfrutar de las cosas buenas y no sienten motivación hacia nada, que sienten que lo único que quieren es meterse dentro de la cama y dejar pasar el tiempo, o directamente dejar de ser o que conviven con enfermedades mentales que les hacen la vida muy complicada. Hay cada vez más información sobre estas enfermedades y somos mas conscientes de que no sirve el típico “alégrate que hay gente que está peor” por que estas personas no están bien no porque sean negativas y no quieran, sino porque no pueden.

Es evidente que tenemos que luchar contra el estigma asociado a la salud mental y que es necesario que desde las instituciones inviertan en una atención profesional pública y de calidad para poder intervenir en el sufrimiento de las personas que padecen este tipo de enfermedades desde el conocimiento, la empatía y la profesionalidad e ir más allá del tratamiento farmacológico y que es imprescindible invertir en sensibilización y prevención para que las personas que pasan por estas situaciones se sientan un poco menos incomprendidas y solas. Es necesario reconocer el sufrimiento que causan las enfermedades mentales a las personas que las padecen y a todo su entorno, que muchas veces ve con impotencia como un ser querido sufre y no puede hacer nada.

En las personas mayores, los problemas de salud mental están especialmente invisibilizado, más allá de los que asociamos a la edad como el deterioro cognitivo y las demencias. Pero la realidad, según las estadísticas de la fundación española por la prevención del suicidio la tasa de suicidios en mayores de 70 años en 2020 fue del 26% del total. Los motivos principales son: la falta de recursos materiales, la estigmatización de la enfermedad mental que muchas veces se asocia con debilidad, la dificultad de expresión emocional, la soledad no deseada y la comorbilidad de enfermedades. Muchas veces se enfrentan a la incomprensión por parte de la sociedad que no llegan a comprender que es una etapa asociada a muchas pérdidas de seres queridos, de capacidades físicas y también económicas y materiales que pasa consecuencias en la salud psicosocial, también a la dificultad de diagnóstico de estas enfermedades que comparten síntomas asociados también a otras patologías más asociadas al proceso de envejecimiento, por lo que muchas veces es muy complicado realizar el diagnóstico adecuado. Para mantener una buena salud mental en las personas mayores es fundamental dedicar tiempo al ocio, las relaciones sociales y el autocuidado, fomentando el Envejecimiento Activo y la participación social. En ese aspecto, la Fundación Alicia y Guillermo ofrece multitud de actividades que pasan por la intervención profesional más individualizada, el voluntariado, la sensibilización y talleres de ocio y mantenimiento de la salud física, cognitiva y emocional.

(fuente: https://www.epdata.es/datos/cifras-suicidio-espana-datos-estadisticas/607) )

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