PRE-BORED. Estudiando y previniendo el aburrimiento en las residencias de mayores.
Hipótesis de partida
“Antes de empezar a estudiar con más atención el aburrimiento, viví la experiencia personal de ver cómo mis abuelos se marcharon a vivir a una residencia. Mi abuelo falleció muy pronto, pero mi abuela estuvo allí tres años, y me di cuenta, porque ella me lo decía, de que se aburría al no contar con la opción de dar continuidad a muchas de las actividades que desarrollaba antes de mudarse allí. Mi abuela tenía movilidad reducida y era consciente de que muchas cosas, como ir a hacer la compra o ir a pasear sola, ya no las podía realizar. Pero ella, una persona que cognitivamente estaba bien, que veía que las manos le funcionaban y quien siempre se había dedicado a cuidar de su familia, se lamentaba de que no la dejaran ayudar con las tareas domésticas o preparando la comida. Ahí me percaté de que había un problema a la hora de dar continuidad a los hábitos que los mayores tenían cuando vivían en su casa, y que son los que realmente a ellos les producen placer y les dan sentido a su vida. Porque aburrimiento no es lo contrario a diversión; el aburrimiento es lo contrario a hacer algo con significado para nosotros”.
Aquella fue la chispa que llevó a que la Dra. Josefa Ros Velasco, a partir de una hipótesis de trabajo basada en su percepción personal y subjetiva, empezara a elaborar un estudio de revisión sobre todo lo que se ha escrito hasta el momento desde el ámbito científico en materia de aburrimiento y personas mayores. Dicho estudio dio como resultado que había 49 trabajos científicos que abordaban la cuestión de que el aburrimiento es un problema en las personas mayores, que se incrementa incluso más cuando pasan a vivir institucionalizadas.
Tras constatar que había muy pocos estudios que hablaran del aburrimiento en las personas mayores que viven en residencias, y que casi ninguno de ellos tenía una base empírica, se propuso estudiar, dar visibilidad y ver cómo poder prevenir un problema que, aunque muy silencioso, está ahí.
PRE-BORED
Financiada por el programa Horizonte 2020 de la UE, con un contrato Marie Sklodowska-Curie Actions nº 847635, PRE-BORED es una investigación pionera en España, cuyo objetivo es estudiar, visibilizar y prevenir la problemática del aburrimiento en las residencias. Desde Fundación Alicia y Guillermo nos enorgullecemos de poder decir que, desde el pasado mes de julio, estamos colaborando activamente en su desarrollo.
Al frente de tan magno proyecto, no podría haber una persona ni más entusiasta ni más preparada: la Dra. Josefa Ros Velasco es la fundadora y presidente de la International Society of Boredom Studies (Sociedad Internacional de Estudios del Aburrimiento), compuesta actualmente por investigadores e investigadoras diseminados por gran parte del mundo; es autora asimismo del libro "La enfermedad del aburrimiento" (Ed. Alianza, 2022), una obra que ahonda en el concepto del aburrimiento a lo largo de la historia y nos invita a realizar un cambio radical en la manera en la que lo percibimos y afrontamos; y hace muy poco recibió de mano de SS.MM. los Reyes el Premio Nacional de Investigación María Moliner, otorgado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, por su contribución en el estudio de una rama desconocida y emergente como es el aburrimiento.
La problemática
“En las residencias se ha apostado sobre todo por garantizar la seguridad de los usuarios. Esto se ha hecho a través de instaurar procesos de rutinización y estandarización, que permiten un mayor control y con ello que se garantice dicha seguridad. Esto inevitablemente va en detrimento de la personalización, de la atención centrada en la persona. Y, por supuesto, no deja mucho espacio ni a la variedad ni a la espontaneidad”, nos comenta la Dra. Josefa Ros.
“Las residencias están haciendo muy bien la tarea de cuidar del cuerpo, pero se descuidan las dolencias psíquicas y las dolencias del alma. Tenemos que garantizar que las personas que viven en las residencias continúen teniendo una vida con sentido y con significado. Y el aburrimiento juega en detrimento de esto”.
La experta es contundente: cuando la dolencia que provoca el aburrimiento se prolonga en el tiempo, muchos son los efectos que conlleva. Se dan cambios de humor extremos, los cuales derivan en estados de enfado, irritación, agitación, nerviosismo y frustración, que con el tiempo empiezan a ir acompañados de episodios de agresividad y conductas autolesivas. “Muchas veces vemos a los mayores enfadados o nerviosos y no sabemos lo que les pasa, y realmente es por culpa del aburrimiento”. Se manifiesta desinterés por la vida residencial y por el mundo exterior, lo que encamina hacia la soledad e incluso puede suponer el comienzo de una depresión. Hay trastornos alimenticios, porque se niegan a comer. Y algunos estudios han demostrado que el aburrimiento puede ir también de la mano de desórdenes del sueño, puesto que al final se pasan el día durmiendo y al llegar la noche no pueden dormir. Por último, padecer aburrimiento de forma crónica puede llevar al decremento de las habilidades cognitivas, la reducción de la movilidad y el aumento de la dependencia. Y, en algunos casos, a intentos de suicidio.
Buscando soluciones entre todos
Como primera parte de la investigación, actualmente se está llevando a cabo un estudio de campo en residencias de personas mayores, por medio de entrevistas y encuentros con la Dirección de los centros, así como con los trabajadores y, sobre todo, con los residentes que quieran participar de forma voluntaria.
Al final de cada intervención se elabora un informe completamente anonimizado para la residencia con los resultados de la misma, y desde PRE-BORED se ponen a plena disposición del centro para acompañar, asesorar y ver cómo se pueden empezar a implementar algunas de las sugerencias reflejadas en el documento.
Los resultados recabados por medio del estudio resultarán de un valor inmenso, ya que permitirán determinar cómo afecta el aburrimiento en las personas mayores institucionalizadas, así como a identificar la raíz del problema, con objeto de desarrollar y proponer protocolos de prevención y respuestas adaptadas y coherentes con las necesidades de los usuarios y con los recursos de los centros residenciales españoles.
Este estudio también resultará de gran utilidad para las entidades de voluntariado, otras entidades sin ánimo de lucro y las empresas de servicios externos que desarrollan actividades en residencias, ya que nos ayudará a diversificar y adaptar nuestra oferta a las necesidades objetivas de los usuarios de los centros.
Y al final del estudio de campo, los centros e instituciones colaboradoras que lo deseen, podrán participar en unas jornadas que se organizarán para compartir resultados y establecer un diálogo, para establecer una hoja de ruta que nos ayude a todos a prevenir el aburrimiento en las residencias.
La Dra. Josefa Ros sabía desde el principio que iba a abordar un tema muy espinoso, y empezó con mucho miedo de que el estudio no tuviera buena acogida por parte del sector residencial. Nada más lejos de la realidad: actualmente, son muchos los centros que la están contactando para participar en el estudio, al entender que no tienen nada que perder, pero sí mucho que ganar.
Compartimos un pequeño reportaje que hicieron en TVE1 sobre el estudio de campo.¡PINCHA AQUÍ!
El meticuloso trabajo que se esta desarrollando desde PRE-BORED es una auténtica carrera de fondo, estimando que hacia finales de 2024 ya se empezarán a sacar algunos resultados preliminares. Aun así, nos adelanta: “Mis conclusiones preliminares hasta ahora están encaminadas a pensar que las residencias adolecen de un sistema de comunicación efectivo entre los mayores y el personal del centro que les permita expresar sus deseos sin miedo a tener represalias, a que luego los vayan a querer menos o que les encasillen. También se trata, en cierta manera, de lograr cambiar la mentalidad que tienen las propias personas mayores en las residencias, porque muchos entienden que no tienen derecho a reclamar ni a pedir nada. Tiene que haber un cambio de mentalidad tanto por una parte como por la otra, y entender que quienes deben decidir son los mayores, y quienes les apoyan están ahí para adoptar el rol de facilitadores, no el de cuidadores en el sentido más tradicional. Tú me dices lo que quieres y yo trato de facilitar que eso sea posible”.