The Show must go on: Retomamos las actividades en las residencias de personas mayores

 “Es un pequeño paso para un hombre pero un gran salto para la Humanidad.”

Todos conocemos la famosa frase de Neil Armstrong mientras pisaba la Luna.  Y ahora que la luz empieza a brillar al final del túnel, ahora que la esperanza poco a poco se torna realidad, desde la Fundación hemos dado otro pequeño gran salto, retomado las actividades de voluntariado en residencias. Más concretamente, los días 19 y 27 hicimos dos conciertos en los Centros Santísima Virgen y San Celedonio, y La Guindalera.

 

En la Fundación hemos integrado los programas de voluntariado de la Asociación Proyecto los Argonautas, entidad que contaba con diez años de experiencia organizando actividades culturales y artísticas para personas mayores, habiendo desarrollado más de doscientos espectáculos en centros residenciales.

 

Tras este año y medio tan largo, las personas voluntarias ya se sienten ansiosas por volver a la acción y darlo todo, y las personas residentes están muy ilusionadas por contar de nuevo con estas jornadas de entretenimiento, diversión y compañía.

 

Siguiendo un enfoque participativo y dinámico, por medio de estos espectáculos se consigue mucho más que entretener y romper con la rutina del día a día: Tal y como han ido informando desde las residencias por medio de numerosos emails de agradecimiento recibidos a lo largo de estos años, a través de ellos tomamos parte activa en el empeño de los Centros por dinamizar la vida y mejorar la relación entre sus personas usuarias, contribuimos al desarrollo de habilidades sociales, favorecemos el desarrollo de capacidades físicas y cognitivas, y hacemos frente a la soledad no deseada. Además, son actividades adaptadas al heterogéneo perfil de una residencia, con objeto de democratizar la acción de voluntariado y que todas las personas usuarias puedan beneficiarse de ella.

 

Estos dos conciertos han sido un bello punto de partida para empezar a decir adiós al miedo y las restricciones, pero eso sí, todavía hay que ser precavidos. Por el momento toca mantener la distancia de seguridad, por lo que no pudimos hacer aquello que más nos llena y que más agradece nuestro público: Fomentar el contacto cercano y compartir de tú a tú la actividad, mientras disfrutamos todos juntos de una jornada digna para el recuerdo.

 

Este ha sido un pequeño gran salto. Y si para septiembre marcha todo bien (y esperamos que así será, ¡hay que ser optimistas!), es nuestro objetivo ir recuperando gradualmente las actividades grupales en residencias.

 

Poco a poco vamos volviendo a la normalidad. ¡Ánimo, que cada vez falta menos!

 El show debe continuar.

 

Fernando Fernández-Gil

Coordinador de Voluntariado

 
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