Estudie historia en la UNED cuando tuve un trabajo estable para poder pagarme los estudios y me dedique a la historia porque tenía una profesora en el Instituto, Margarita, que nos escenificaba algunas batallitas… y esa parte teatrera de la historia me encantó.

Soy una persona divertida, algo tímida, responsable, perfeccionista, graciosa me dicen mis “chicos-alumnos”. Me gusta mucho leer, escribir, pasar tiempo con mis amigos y a veces tirarme en el sofá y ver películas e incluso otras veces, no hacer absolutamente nada y pasarme la tarde viviendo historias imaginarias; lo de soñar despierta se me da fetén.

Comencé mi aventura con el taller ¡historia, qué te cuento! en la Fundación Alicia y Guillermo hace un año más o menos, porque mi hermana me comentó que necesitaban un voluntario para los talleres de historia. Me pareció una muy buena idea poder desarrollar mis conocimientos y emplearlos en algo útil y qué, egoístamente me sirviera para refrescar ideas y para hacer trabajo de ratón de biblioteca que es lo que más me gusta.

Intento dedicarle tiempo y hacer los talleres amenos buscando temas que no se puedan encontrar fácilmente y que sean un poquito distintos a lo habitual; creo que lo consigo.

No se trata de hacer algo por obligatoriedad, sino al igual que voy a tomar unas cerves con mis colegas, o a clase de inglés o de violín, compartir un rato con estos chicos que me esperan con los brazos abiertos los jueves, uno cada 15 días; me encanta verlos con cara de interés e incluso tomando notas. Si alguna vez me equivoco, ojo, que una no es Petete, me corrigen muy educadamente y yo les digo que lo he hecho adrede para ver si están pendientes… jajaja, mentira y ellos lo saben.

Estoy muy contenta con la labor que desarrollo y seguiré dando guerra mientras ellos quieran pasar un rato diferente escuchando historietas, mis historietas.