15.06 - Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez
Blanca Jiménez, Psicóloga y Responsable de la área social FAyG.
Según un informe de la OMS, publicado en 2018 una de cada seis personas mayores sufre malos tratos en el mundo y el 33% de las personas que se encuentran en residencias han sufrido maltrato en alguna de sus formas, pero la tasa de denuncia es de apenas el 4%. Aunque la violencia más evidente es la física, existen otros tipos de violencia: psicológica, sexual, negligencia y abandono, económica y por negación de derechos, autonomía o libertad para decidir. Todos estos tipos de maltrato afectan a la dignidad de las personas mayores y provocan consecuencias sobre su salud física, económica y social, afectando a su libertad como persona de pleno derecho. La violencia hacia las personas mayores está bastante invisibilizada y existen pocas cifras oficiales y estadísticas que nos hagan conocer las circunstancias reales del maltrato hacia las personas mayores.
Es imprescindible que las instituciones se involucren para garantizar que las personas mayores tengan espacios para denunciar el maltrato y sentirse protegidos, esto pasa por realizar políticas públicas que garanticen su dignidad y protección social y jurídica, pero también por aplicar la perspectiva de edad en cualquier proyecto que pretenda atender a la sociedad en general para valorar el impacto en este grupo de población. Pero también es importante tomar conciencia de lo que implica la violencia hacia las personas mayores para el resto de la sociedad, puesto que muchas veces la ejercemos de forma involuntaria, pretendiendo ayudar, acabamos llevando a cabo conductas sobreprotectoras que llegan a vulnerar sus derechos, autonomía y libertad. Por supuesto está bien preocuparnos por las personas mayores de nuestro entorno e intentar mejorar su calidad de vida mediante varios tipos de recursos, pero tenemos que asegurarnos de que cualquier cambio que exista tiene que ser aceptado y consensuado con la propia persona mayor, siempre teniendo esta la última palabra en el proceso de toma de decisiones que afecten a su vida.
Muchas veces estas ganas de garantizar su seguridad y prevenir cualquier problema nos lleva a tomar decisiones y emplear recursos que invaden su intimidad y resta dignidad a la persona, generando una serie de consecuencias negativas que afectan a su estado de ánimo y autoconcepto, haciendo que la persona tenga menos confianza en sus capacidades y vaya dejando de realizar cosas hasta verse afectada su salud física, adelantando el proceso de dependencia.
Para prevenir este tipo de maltrato es fundamental tratar a las personas mayores como adultos, sin paternalismos ni condescendencia, fomentando su autonomía y teniendo en cuenta siempre a la persona mayor en los procesos de toma de decisiones, sobre todo en aquellos que van a ser determinantes para su futuro y su proyecto de envejecimiento.
Es importante poner en valor todo lo que las personas mayores pueden aportar, teniendo en cuenta que poseen un gran bagaje vital cargado de experiencias que pueden ser de gran ayuda para el resto de la sociedad. Es importante tener presente que hay muchas formas de maltratar a alguien, más allá de la física, para poder aprender a relacionarnos en sociedad desde la igualdad, la diversidad y la empatía, respetando los derechos de cada persona y desterrando estereotipos y prejuicios.
Te animamos a firmar esta petición:
https://www.change.org/stopedadismo
Una sociedad libre de creencias edadistas será una sociedad que estará más cerca de erradicar el maltrato, el abuso y el abandono que sufren millones de personas mayores en todo el mundo. Pero solo lo conseguiremos si tomamos conciencia de la problemática y empezamos a hacerla visible, de forma decidida, entre todos y todas.