Insolación - Emilia Pardo Bazán
Adentrarse en esta novela, es sobre todo volver al lenguaje amoroso de la época de finales del siglo XIX.
Con la autora, sentimos el Madrid arrabalero de esos tiempos. Su bullicio, su miseria, su vitalidad.
Insolación, no es una historia de amor al uso, si no la superación de la feminización romántica de lo literario.
El lector, asiste al debate interno de la protagonista, la marquesa de Andrade, el enfrentamiento entre la moral de la época, que condena los deslices de una mujer y su propio deseo.
En esta obra la autora, se aleja del naturalismo de su obra magna, Los Pazos de Ulloa, y se centra más en el estudio psicológico de los personajes, empleando para ello una inusitada y compleja técnica narrativa que la acerca a la narración espiritualista.
La novela comienza in media res y está narrada en tercera persona al principio, y en primera persona los últimos capítulos.
Los personajes pertenecen a dos estratos sociales distintos, por lo que el lenguaje es rico y diferente.
Las descripciones, son verdaderos cuadros de costumbres. Fué una novela considerada escandalosa para la época, atrevida y mordaz. Es notable en esta novela, el marcado feminismo y la puesta en duda de los valores morales y la doble vara de medir de la sociedad, a través de la aventura sexual de una viuda con un hombre más joven que ella.
Hoy la crítica ha tendido a valorarla, no solo desde la vertiente estético-literaria, si no por el análisis psicológico que ofrece y la tesis vindicativa de género que plantea.
Carmen Jiménez